La poda de árboles en Cáceres
En Cáceres contamos con cerca de 49.500 árboles distribuidos entre sus parques, jardines y calles. Nos aportan grandes beneficios como, por ejemplo, la humedad que ayuda a regular la temperatura, la reducción del ruido, la absorción de grandes cantidades de dióxido de carbono o la producción de oxígeno.
Con tantos árboles es inevitable encontrarnos algunas ramas a nuestro paso, pero esto no es negativo, aunque algunas personas piensen lo contrario y soliciten su poda. ¿Alguna vez has pensado cuáles son las consecuencias de las podas drásticas y precipitadas para el arbolado cacereño?
Proteger la naturaleza con buenos cuidados y dejarla crecer de manera natural es siempre lo mejor y más recomendable. Así, un gran ejemplo son los árboles milenarios y centenarios, como la sophora péndula (Styphnolobium japonicum) del parque del Vivero, que nos demuestran que, a veces, tenemos que dejar a un lado las tijeras para dejarlos crecer sin la intervención humana para que perduren tantos años.
Pero entonces, ¿cuándo y cómo hay que podar? El estudio de los árboles ha evolucionado mucho en los últimos años y se ha demostrado que lo mejor es analizar y ver cada especie en concreto para proceder a ello en el momento adecuado.
Se suelen recomendar podas en épocas de poco crecimiento para el árbol, pero a veces se pueden realizar en otros periodos, siempre y cuando sea extremadamente necesario y no se realice de manera rápida e indiscriminada. Esto se debe a que hay árboles que gracias a su savia compartimentan mejor, pero hay que evitar siempre su corte cuando está brotando.
El objetivo de cortar las ramas de los árboles siempre ha de tener un verdadero fin que le beneficie como quitar ramas dañadas o enfermas (especialmente por seguridad), por razón de situación o conflicto con algún elemento como puede ser una señal, un semáforo, fachadas o elementos urbanos o, por último, para ayudar a la regulación de la estructura de propio árbol.
Cortar ramas nuevas o podar demasiado los árboles de Cáceres puede tener efectos muy severos y, además, es muy perjudicial cuando se realiza en épocas incorrectas para su especie y de manera apresurada, lo que puede provocar el debilitamiento del árbol por las heridas que generan pudriciones y que llegan hasta el tronco, perjudicando a su crecimiento y “cicatrización”. De hecho, podar de esta manera puede promover incluso su muerte, ya que también están más expuestos a plagas y enfermedades y sus propias ramas dejan de protegerlos.
En definitiva, es importante entender que las podas no son siempre necesarias, por lo que tenemos que aprender a convivir con las ramas a nuestro paso, especialmente en verano, que es cuando nos aportan la tan apreciada sombra.
Si quieres seguir conociendo más curiosidades sobre los parques, jardines y arbolado de Cáceres, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales en Twitter, Instagram y Facebook.