PALMERAS CENTENARIAS EN LA PLAZA DE SANTA CLARA

PALMERAS CENTENARIAS EN LA PLAZA DE SANTA CLARA

Conocer Cáceres es una experiencia única gracias a su gran patrimonio, pero además de su arquitectura e historia, hay que conocer también su gran naturaleza. Hoy os presentamos las palmeras canarias (phoenix canariensis) de la plaza de Santa Clara, dentro de la ciudad monumental.

Se tratan de cuatro majestuosas palmeras, cuya edad se estima en unos 100 años y, por tanto, son otro monumento vivo más de la ciudad. Tienen una altura de 11 metros y el perímetro de sus troncos es de 2,46 metros.

En cuanto a su historia, se desconoce por qué están ahí, pero tenemos el privilegio de contar con ellas y hacen que el acceso a la ciudad monumental de Cáceres por la desaparecida Puerta de Mérida, sea más majestuosa.

Este tipo de palmeras, es una especie endémica de las Islas Canarias que crece de forma natural en todas las islas, aunque por su gran valor ornamental, ha sido utilizada para adornar parques, bulevares, mansiones de indianos, patios de palacios, jardines hispano-musulmanes y mediterráneos e incluso alineaciones y plazas como la de Santa Clara.

Este tipo de árbol puede llevar a medir hasta 20 metros de altura, por lo que a las de Santa Clara pueden crecer mucho más. Su tronco tiene el mismo grosor en toda su longitud; su crecimiento está marcado por las cicatrices que dejan las hojas al caer y que van constituyendo un tejido muerto que actúa como protector, ya que carece de corteza.

Se trata de una especie dioica, donde los ejemplares macho producen inflorescencias muy apretadas, con flores blancas protegidas por una especie de vaina; y las hembras tienen inflorescencias más grandes y ramificadas con flores amarillentas que se insertan en las copas por largos pedúnculos.

Sus frutos se llaman támaras y son bayas carnosas parecidas a los dátiles que están dispuestos en racimos muy abundantes. Permanecen en el árbol durante muchos meses y suelen ser alimento de córvidos y otras aves como los mirlos.

Tiene muchos usos y se puede aprovechar al cien por cien. Las hojas sirven para realizar un trenzado llamado “empleita” con el que se fabrican esteras, “genas” (mochila tradicional canaria) y “sendajas” (para rodear y comprimir el queso). También se continúa extrayendo de manera artesanal su savia (guarapo) que se puede consumir fresca, fermentada para elaborar aguardiente o guisada lentamente para producir miel de palma.

Tiene varios enemigos: el rojo picudo (Rhynchophorus ferrugineus) y la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), ambas especies invasoras. Actualmente, el picudo rojo se encuentra en gran expansión en Extremadura y es una gran amenaza para la supervivencia de las palmeras canarias ya que sus larvas se alimentan del brote de sus hojas y destruyen la única yema del árbol, causando su muerte. Muy recientemente en Cáceres, varias palmeras han sido tratadas contra este escarabajo y esperamos que otras palmeras de la ciudad no se infecten de este escarabajo.

En cuanto a la cotorra argentina, les encanta hacer sus nidos comunitarios (conviven varias parejas) en las palmeras por ser lugares muy altos, suponiendo un grave peligro porque pueden llegar a pesar hasta 100 kg. En Cáceres comenzaron a verse en 2010 y se han localizado nidos en la Plaza de Toros, en el Parque de Valhondo, en el cementerio y en el Parque del Príncipe (donde se pueden ver algunos nidos en la Estufa Fría) y se han visto ejemplares también en el Paseo Alto y en la Facultad de Empresariales.

A pesar de estas amenazas, esperamos que las palmeras que están en la Plaza de Santa Clara y otras de la ciudad, continúen mucho más tiempo con nosotros.

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