Según la nota de prensa publicada el jueves 26 de agosto por el Ayuntamiento de Cáceres, la ordenanza de Gestión y Protección del Arbolado Público Urbano ha sido aprobada de manera definitiva.

Esta ordenanza tiene por objetivo gestionar y proteger el arbolado urbano existente en las zonas verdes, espacios libres y vías públicas de Cáceres como parte integrante de su patrimonio natural, histórico, cultural y urbano, estableciendo normas para su apropiada gestión y conservación, así como para determinar aquellas actividades prohibidas y sancionables.

“La norma nace en un contexto de emergente sensibilidad ambiental de la ciudadanía y del compromiso de la ciudad de Cáceres con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Incluye las aportaciones de particulares, grupos y asociaciones y la experiencia de otras ciudades en la materia”, ha detallado el alcalde, Luis Salaya.

“Tenemos que tener en cuenta que es una ordenanza que ha tenido que retrasarse varios meses por la inmensidad de aportaciones que hubo y por todos los cambios que ha propuesto la ciudadanía. Creo que será un documento de referencia nacional y una de las ordenanzas más ricas de nuestro país en protección del arbolado urbano. Poco a poco nos vamos concienciando de que una ciudad con más árboles es una ciudad mejor”.

Cáceres tiene el término municipal más extenso de España y cuenta un entorno natural excepcional como la Sierra de la Mosca o la Ribera del Marco. También cabe especial mención, los grandes parques y espacios verdes urbanos como el Parque del Rodeo, Parque del Príncipe, Paseo Alto, El Cuartillo o el Paseo de Cánovas, además de otras áreas ajardinadas y el arbolado viario que acompaña nuestro paso y nos cobija. Entre todos ellos suman más de 49.500 árboles municipales y cerca de 300 especies diferente, lo que da más valor a nuestro patrimonio vegetal.

La importancia de los árboles en las ciudades es ampliamente conocida, pero es necesario destacar que son determinantes para la calidad de vida de una ciudad. Entre los beneficios ambientales, amortiguan la temperatura y el ruido y aumentan la humedad ambiental. También reducen las consecuencias del efecto invernadero y los niveles de contaminación del aire, con lo que son determinantes para la salud de las personas.

Este plan pretende fomentar una adecuada promoción de los beneficios producidos por la presencia de árboles en el entorno urbano e impulsar campañas de concienciación ciudadana. Además, se recoge detalladamente el método de valoración económica del arbolado urbano, cómo se deberá mantener y proteger y cuál será el régimen sancionador correspondiente.

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